En este día de la historia anarquista, el 29 de enero de 1911, recordamos la Rebelión de la Baja, también conocida como la Rebelión Magonista.
En el creciente descontento bajo la dictadura de Porfirio Díaz, Ricardo y Enrique Flores Magón ayudaban a inspirar la autoorganización obrera desde el exilio a través de su periódico, Regeneración. Tras una dudosa detención y el consiguiente circo mediático y su liberación, los hermanos planearon liberar el territorio de Baja California Norte.
La Revolución de Baja California comenzó cuando unos 30 militantes del Partido Liberal Mexicano (PLM), que no era ni liberal ni un partido, tomaron la ciudad de Mexicali. Las fuerzas del PLM llegaron a ser unas 500 e incluían una mezcla de trabajadores mexicanos, indígenas y miembros de la IWW de Estados Unidos.
El PLM se enfrentaría al ejército mexicano y tomaría las ciudades de Tecate y Tijuana. Desgraciadamente, los reformistas liberales lograron consolidar el poder en México y dividir al PLM en facciones más pequeñas que no pudieron mantener los territorios.