Tras varios años de secuestro y después de una serie de violencias y omisiones por parte del sistema penitenciario, ha fallecido nuestro compañero Jorge Esquivel Díaz, el Yorch. Con profunda tristeza e indignación nos despedimos de él, con la promesa de no olvidar este crimen de Estado.
Nuestro compañero fue detenido por primera vez el 24 de febrero de 2016, en las inmediaciones de la UNAM. Se le acusó de narcotráfico luego de que le plantaran una mochila con drogas a las afueras del Auditorio Che Guevara. Posteriormente, fue procesado por el delito fabricado de posesión de drogas y trasladado, primero a un penal federal en Miahuatlán, Oaxaca, y luego al penal de máxima seguridad en Hermosillo, Sonora, con el objetivo de desmovilizar a lxs compas que le acompañaban y exigían su libertad.
A finales de febrero de 2016 se le dictó auto de formal prisión. En marzo de ese mismo año obtuvo la libertad bajo fianza. A pesar de ello, continuaron sobre él las amenazas, la estigmatización mediática y una campaña sistemática de criminalización.
El 8 de diciembre de 2022 fue detenido nuevamente a las afueras de la Okupa Che. En esta nueva detención, la Fiscalía apeló la reclasificación de 2016, lo que permitió que los cargos iniciales —considerados graves— fueran reinstaurados. Finalmente, el 3 de junio de 2024, después de cerca de 18 meses recluido sin sentencia desde su recaptura, un juez le dictó una condena de siete años y seis meses de prisión.
Durante su detención, Yorch fue torturado y, en la prisión, aislado y castigado de múltiples formas. La falta de atención médica oportuna fue la verdadera condena de nuestro compañero. Su muerte es, a todas luces, un castigo ejemplar, brutal y un mensaje dirigido a la comunidad anarquista.
Yorch era un compañero anarkopunk que desempeñó su labor en uno de esos espacios donde se intercambian historias de vida, recetas y saberes: la cocina del Auditorio Che Guevara. Hoy, quienes estuvimos cerca de él, compañerxs de lucha e ideas, quienes compartimos el dolor y la rabia; sabemos que fue víctima de la sociedad carcelaria y de la prepotencia autoritaria, como tantxs otrxs compañerxs en la historia de lxs oprimidxs.
Abrazamos fraternalmente a lxs amigxs y compañerxs cercanos de Yorch, a la banda de la Okupa Che, a su madre y a su hermana en este duelo. Manifestamos nuestro repudio total a las instituciones crueles e inhumanas que violentaron su cuerpo hasta el límite, que intentaron doblegar su espíritu y que terminaron arrebatándolo de nuestro lado por el hecho de ser pobre, por el hecho de ser rebelde.
¡¡Toda una vida de lucha por la memoria de nuestrxs caídxs, ni un instante de paz para los opresores del mundo!! En la memoria insurrecta guardaremos la sonrisa y el nombre de Yorch, y seguiremos luchando por la liberación total, ¡hasta que caiga la sociedad carcelaria y todo lo que representa!
Hoy, más que nunca: ¡¡Abajo los muros de las prisiones!!
¡Muerte al Estado, al capital y a sus cuerpos de represión! ¡Las ideas no mueren aunque mueran nuestros cuerpos!¡Viva el compañero Yorch! ¡Viva la Anarquía!
~ Coordinadora Anarquista Tejiendo Libertad